La cadena ilustrativa III — El soporte

Autor> Oscar Senonez / La ausencia de ilustraciones en este artículo es intencional.

Este texto fue escrito originalmente en 2009. Lo reescribo hoy, no para corregirlo sino para afinarlo: para situarlo frente a nuevos lectores, nuevos contextos editoriales y con la perspectiva que da el tiempo de oficio. El planteo sigue siendo el mismo, pero la responsabilidad intelectual también creció. Si por curiosidad quieres ver el artículo original puedes hacerlo en Sen Imago

...........

Luego de haber analizado al cliente y al público como elementos que modifican estructuralmente la ilustración, es momento de detenernos en otro eslabón fundamental de la cadena ilustrativa: el soporte.

Llamo soporte al lugar donde la ilustración será expuesta, reproducida o publicada. Pero el término no se limita a un único aspecto. Por el contrario, abarca un conjunto de variables que condicionan de manera directa las decisiones visuales.

¿Qué entendemos por soporte?

Cuando hablamos de soporte, nos referimos a:

  • El medio: libro, revista, afiche, cartel urbano, envase, packaging, pantalla, etc.

  • El material: papel opaco o brillante, gramaje, madera, plástico, pared, vidrio, entre otros.

  • El espacio disponible: el tamaño y el formato en el que la ilustración deberá existir.

  • La técnica de reproducción: impresión en CMYK, escala de grises, serigrafía, flexografía, reproducción digital, o incluso técnicas manuales como acuarela o témpera condicionadas por su posterior reproducción.

Cada una de estas variables modifica la ilustración, aun antes de que exista.

El soporte como límite productivo

Es frecuente tener una idea visual potente y compleja que, al enfrentarse con el soporte real, debe ser reformulada. No porque la idea sea débil, sino porque el soporte impone límites concretos.

Una ilustración cargada de elementos puede funcionar en una doble página de un libro, pero volverse ilegible en un formato reducido. Del mismo modo, una imagen pensada para una lectura detenida puede fracasar en un cartel de vía pública, donde el lector se encuentra en movimiento y dispone apenas de segundos para decodificar el mensaje.

El soporte no es un obstáculo creativo: es un marco de realidad.

Condiciones técnicas y lectura

Si el encargo exige una reproducción en escala de grises, pensar la ilustración desde el color puede resultar ineficaz o directamente contraproducente. Si el papel y la técnica de impresión tienden a "empastar" la tinta, una imagen cargada en detalles de líneas perderá definición y claridad.

Cada decisión técnica afecta la lectura final. Y como hemos visto desde el comienzo, la ilustración existe para ser leída.

Ignorar estas condiciones equivale a diseñar una imagen para un contexto que no existe.

Conocer el destino de la imagen

El ilustrador debe conocer dónde y cómo será reproducida su obra. No como un dato accesorio, sino como una información estructural que debe estar presente desde el inicio del proceso.

El soporte no aparece al final del recorrido: está presente desde el primer boceto. En la cadena ilustrativa, es una estación decisiva que obliga a pensar la ilustración no solo como imagen, sino como objeto reproducido, situado y leído en un contexto específico.

............................

En 2020 realicé una temporada del Podcast Sen Imago en la que retomé estas ideas y las adapté al formato sonoro, explorando sus implicancias desde otra cadencia y otro modo de escucha. Quienes deseen acceder a ese material pueden hacerlo en el siguiente enlace: PODCAST